Hablemos de Adopción, Siempre!

lunes, 22 de diciembre de 2014

Vínculos biológicos........

En más de una ocasión he compartido en este blog extractos de algunos libros del Dr. Jorge Barudy, del cual me confieso ferviente admiradora de su historia y trabajo.  

En ésta ocasión quiero reflexionar con ustedes el siguiente párrafo escrito por él, sobre uno de los temas mas importantes cuando hablamos de adopción.

“La ideología de los vínculos familiares biológicos que defiende como principio el valor absoluto del vínculo entre los padres biológicos y sus hijos, es responsable de que muchos niños y niñas se dañen irreversiblemente. Por este principio se les sacrifica, dejándoles en sus familias a pesar de los malos tratos.”                                                                                                                                        

Dr. Jorge Barudy. 

Neuropsiquiatra, psiquiatra infantil, y terapeuta familiar.

Las personas que hemos sido adoptadas, en la mayoría de los casos somos seres humanos engendrados  de la unión de personas sin “recursos” para la crianza de su hijo o hija.

Cuando hablamos de recursos se incluyen en primera instancia los emocionales.  Por alguna razón que desconozco llegamos a esta vida por medio de personas que no supieron “responder” a su hijo o hija de la manera en la que este necesitaba, pues como todos sabemos, los seres humanos necesitamos de los cuidados esenciales al principio de nuestras vidas, sencillamente  para sobrevivir.

Contar con recursos emocionales quiere decir que son personas que cuentan con la capacidad de criar a un hijo o hija, personas con la capacidad de satisfacer las necesidades de un niño o niña a lo largo de su vida (con todos los cambios que esto implica) acompañar, orientar, enseñarlímites con respeto,  apoyar y amar. ¡Ufff, vaya si es una gran labor!

Quiero aclarar que no hablo de personas perfectas, puesto que no existen, los que si existen son personas que reflexionan sus propias actitudes y cada día pretenden vivir mejor, personas que logran detectar emociones que se traducen en actitudes que lastiman principalmente a su familia cercana, personas que toman decisiones y trabajan en ellos mismos para hacer que esas emociones poco a poco vayan desapareciendo y así lograr mejores reacciones, mejores actitudes, mejores días.

Tal vez saber esto ayude a que desaparezca ese gran mito de que ser papá o ser mamá solo tiene que ver con la biología, en realidad la capacidad de procrear no tiene nada que ver con la capacidad de ser papá o ser mamá.


Quiero desearles felices fiestas y un próspero año 2015 en el que seguiremos trabajando en pro de la adopción : )


Mónica Castañeda Urrutia 

sábado, 22 de noviembre de 2014

Gracias papá : )

Gracias papá por tu amor, cariño, paciencia, cuidados y apoyo incondicional, me diste fuerza para vivir y sobre todo me diste fuerza para sortear los malos tiempos.

 Gracias por tu ejemplo de vida, y aunque ya no estamos aqui juntos, tu siempre estas en mi corazón.

Tu hija

Mónica

miércoles, 22 de octubre de 2014

Concepto erróneo acerca de la adopción



En más de una ocasión, en alguna plática  escuche:   
 -Yo llegue a pensar que soy adoptado(a).
A lo que cuestiono.
– ¿Porque te sentiste de esa manera?
- Pues porque mis papás me trataban muy mal…, en serio muy mal.
Sé que se han dado y se siguen dando casos, en los que niños que fueron adoptados, no se les ha tratado  (o no son tratados) con el amor y respeto que todo ser humano merece, aun así, me parece que sería un error generalizar.
Las niñas y los niños que han sido  adoptados normalmente son hijos muy deseados, somos hijos de una decisión consciente, en muchas ocasiones de parejas estables, con  gran capacidad para ser padres, y vaya no estoy hablando de perfección, solo estoy hablando que normalmente son personas que deciden formar una familia conformada por un hijo; me refiero a que toman la decisión de convertirse en padres, consciente de que el lazo será de amor y no biológico.
Puedo decir que en ocasiones toman esa decisión desde el dolor de no poder procrear, aun así trabajando ese duelo, resolviendo esas emociones y sentimientos tan intensos, muchas parejas llegan a lograr una familia en donde realmente se vive el amor y el respeto.
Hablar de adopción es hablar de lo que ha salido bien y lo que ha salido mal con el paso de los años, con el único propósito de aprender de ello y mejorarlo día con día.
En el tiempo que llevo como terapeuta sé que el amor es algo que nace y crece con el día a día, que tener una familia implica esfuerzos en ocasiones apoteósicos para sortear los malos tiempos, que todo esto es  algo que sucede en todas las familias, ya sea las  formadas por medio de la adopción o las biológicas. A veces me cuestiono si todo eso es tan difícil de entender. De lo que si estoy segura y es porque lo vivo en el día a día, es que las personas que deciden adoptar, son personas que cada vez más  encuentran dentro de sí el valor para lograr un compromiso real y autentico con sus parejas y con sus hijos; también sé que estas personas a veces llegan al punto de dudar si todo lo que están haciendo ha sido lo correcto o adecuado, pues las cosas a veces no se dan de la mejor manera, sin embargo estoy segura que solo las personas que deciden encontrar soluciones tal como aprender a manejar las situaciones difíciles que se van presentando, o tal vez buscar ayuda, es mucho más probable que logren una vida mucho mejor y así eliminar cada vez mejor los prejuicios y malos entendidos alrededor de la familia y la adopción. Tratemos de aprender de eso y no perpetuar actitudes que solo han hecho daño generación tras generación.

Mónica Castañeda Urrutia

lunes, 22 de septiembre de 2014

Mi progenitora y yo al día de hoy.



El tiempo que me pase odiándola y rechazándola ha terminado, llego el momento en que todo se ha conciliado, lo entendí,  deje de sufrir, de lamentar, de llorar. Debo decir que fue un proceso difícil, en el que afortunadamente tuve apoyo profesional, el cual irrefutablemente me ayudo a superar todo lo que no me dejaba estar plena.
Ella…, es la mujer que me dio la vida…, no la puedo llamar madre…,  para mí esa palabra es muy especial, esa palabra para mí significa: dedicación, trabajo, y esfuerzo día a día; ¡esa palabra solo se la puedo decir a mi mamá! Que quizá no fue una mamá perfecta, pero ¿quién lo es en realidad? Aun así, ella fue la que estuvo conmigo, pasamos la vida juntas, hasta que ella se fue.
Alguna vez platicando con una persona que también es adoptada, me dijo: -¡Para mí una madre es la mujer que te da la vida!, y pensé: está bien, pero el solo hecho de dar la vida no es suficiente, y eso es una gran verdad. Para que un bebe pueda seguir con vida, debe ser cuidado y protegido por al menos una persona día con día, quien mejor que la persona que le dio la vida podrían pensar muchos, sin esos cuidados sería imposible que ese bebe sobreviviera, por lo tanto que en el caso de la adopción en mi punto de vista, somos personas con dos mamás, en lo personal no tiene sentido llamar madre a la persona que me dio la vida, por lo que ya exprese anteriormente; por eso cuando me refiero a ella  la llamo progenitora.
Por muchos años no pude considerar tener contacto con ella, pues me sentía terrible al pensar que cuando mamá murió ella aparecía así de repente, por mucho tiempo no pude concebir esa pensamiento, sin embargo las circunstancias se dieron y ella y yo volvimos a encontrarnos.
Al día de hoy, yo describiría nuestra relación como algo “cordial y distante”, ella vive en otra ciudad, tiene su vida y su familia,  yo por mi parte mi propia familia, aún con tanta tecnología solo hablamos muy de vez en cuando, compartimos alguna que otra fotografía, ella siempre quiere darme palabras amables y me dice que me ama, que siempre me ha amado y que siempre le pide a Dios lo mejor para mi…,  y he de decirles que eso me conforta.
La verdad es que siento amor hacia la mujer que me dio la vida, porque ese acontecimiento simplemente ocurrió; estoy segura, que al quedar embarazada de mí, sufrió por muchas razones que  la llevaron a decidir darme en adopción.
He de decir que el tema de la lealtad hacia mis papás fue el más difícil de superar, pues tarde tiempo en sentirme del todo cómoda hablando con ella, cuando MIS PADRES ya no estaban a mi lado, me costó bastante trabajo acostumbrarme a convivir con mi progenitora, aunque fuera por cortas temporadas, hasta que al fin de cuentas, me encontré hablando con ella de nuestras vidas, en una manera agradable, incluso llegue a sorprenderme de mi capacidad de adaptación. Es una mujer que piensa en mí, que quiere que yo esté bien, pone atención a lo que le digo y procura dentro de lo posible orientarme, cuidarme y apoyarme. Ella vive su vida y yo también la mía, y creo que así todo marcha bien.

Si me preguntasen ¿qué es ella para mí?

Respondería: “Es la mujer que me dio la vida”

Mónica Castañeda U.

martes, 22 de julio de 2014

Hablemos de adopción con los Niños : )





Es muy importante ayudar a las niñas y niños a superar las experiencias difíciles que a su corta edad ya han tenido, en mi opinión es responsabilidad de los adultos hacer todo lo que este en nuestras manos para que  la adopción se viva lo mejor posible    : )

Felices Vacaciones!

Mónica Castañeda Urrutia

domingo, 22 de junio de 2014

Separando el abandono de la adopción


Lo que me ha motivado este tiempo a compartir mi historia de adopción y mi vida con mis Papás ha sido como primera instancia el amor y cuidados que recibí de ellos cada día, lo felices que eramos en familia. La segunda es un profundo dolor por el secreto que viví tantos años y que era completamente incongruente, desentonaba con todo lo que me rodeaba y la vida que tenía.

Constantemente estudio y me informo de los temas alrededor de la adopción, hace ya un tiempo encontré un material sumamente interesante de Nydam (1999) en el que propone que la adopción y el abandono son dos cosas completamente diferentes entrelazadas en una situación de la vida de una familia, mi conclusión es que éste enfoque es uno de las más acertados que hay respecto al tema por lo que les comparto mi impresión.

El abandono sucede cuando una pareja, decide renunciar a la paternidad de su hija/o, en ese momento marcan de por vida a ese ser humano, provocan una herida muy fuerte y profunda en ese/a bebe o niño/a, que a lo largo de su vida surgirá de muy variadas formas y normalmente de manera inconsciente y que para tener una vida mas sana emocionalmente una muy buena opción, es tratarlo en terapia. Los autores John Bowly, Psicólogo y Donald Winnicot, Pediatra y Psicólogo, entre otros, demuestran en sus investigaciones y estudios lo importante que es el cuidado de los padres hacia un hijo dentro de la familia, especialmente el lazo entre la madre y el/la hijo/a desde el vientre hasta aproximadamente los tres años de vida. Cuando se procura este cuidado y unión, el resultado es una buena salud mental.

La falta de este cuidado provoca la ruptura del lazo madre-hijo/a, como en el caso del abandono que sufre el ahora hijo/a adoptivo/a, en otros casos la ruptura se presenta por situaciones de abuso o una separación abrupta de las personas que tienen al bebé o niño/a bajo su cuidado y puede afectar gravemente su futuro.

Para entender esto claramente es importante reconocer que el bebé siente y percibe su entorno desde que se encuentra en el vientre (psicología prenatal) y que para ese bebé la madre es todo su mundo. A través de su madre es que va aprendiendo todas las sensaciones y emociones, así mismo, establecerá la forma en la que se relacionará con las demás personas con las que tenga contacto en su vida, para explicarlo más sencillo, esto determinará la forma en la que se desenvolverá en el mundo a lo largo de su vida. Al saber esto es mucho más fácil entender que exista lo que Nancy Verrier llama la “herida primaria” que se hace a ese bebé si es abandonado al nacer o en los primeros años de vida. Esto se puede agravar si el niño/a ha sufrido varios abandonos o ha estado bajo el cuidado de diferentes personas, por ejemplo ha estado en diferentes casas hogar o casas intermedias.

La adopción es por otra parte la trasferencia de los derechos de paternidad a unos padres no biológicos, a partir de ese momento empieza una vida en familia, y como dice Nydam, la adopción es un proceso de sanación para el niño/a abandonado pues tiene la oportunidad de recibir todo lo que le fue negado, por ejemplo; amor, cuidado, compañía, cariño, relaciones familiares, y en muchas ocasiones, hermanos. Es también una nueva vida para la pareja que decidió hacer o expandir su familia por medio de la adopción, este niño/a llega y completa su familia, les da la oportunidad de ser padres, incluso, hay ocasiones en que las parejas que deciden adoptar por casos de infertilidad después de la adopción han concebido cuando habían pensado que eso nunca sucedería.

Separar el abandono, de la adopción es algo muy sano, que además ayuda a entender con mucho más claridad la dualidad tan contrastante con la que la mayoría de los adoptados vivimos.

Ahora entiendo que lo mejor de mi experiencia fue haber sido adoptada, a pesar de que hubo situaciones que perjudicaron mi adopción, lamentablemente mis Papás no supieron manejar esa situación en nuestra familia, y no los culpo, con tantos prejuicios de la “sociedad” de entonces y tantos miedos sin resolver, o tal vez, asuntos de infertilidad sin trabajar, porque tomar terapia en esos tiempos tampoco era muy bien visto, independientemente de las razones que hubieran tenido para hacerlo ellos decidieron vivirlo en secreto y eso me hizo daño. A pesar de eso, sus cuidados y amor me dieron la fuerza para sobrellevar y salir adelante del abandono que viví al nacer y que me hizo sentir mal por tanto tiempo sin entender porqué.

Muchas personas consideran la adopción como un suceso traumático y devastador para un niño/a y si no se tiene conocimiento de lo que rodea a la adopción, puede tomarse así, a mi me sucedió. En mi experiencia cuando me enteré que había sido abandonada y que mis papás me habían adoptado sentí que quería morir, empecé a pensar que yo tenia algo muy malo pues no me quisieron, y esto me hizo desatinar por varios años y realmente no me sentí así por haber sido adoptada, me sentí así porque confirmé lo que siempre había sabido, “yo no era su hija biológica y alguien no quiso tenerme”, porque alguien me rechazo, porque alguien al nacer me abandono y a pesar de no saberlo conscientemente, siempre lo supe. Por un tiempo sufrí mucho porque la persona que por naturaleza debió amarme y cuidarme me dejo, fue difícil llegar a este punto donde entendí y acepte que fui resultado de un embarazo no deseado, no planeado, me tomó mucho tiempo poder empezar a sanar porque los primeros 30 años de mi vida lo viví en secreto, ahora lo se, lo entiendo, y estoy convencida que lo mejor que las familias entrelazadas por medio del abandono y la adopción pueden hacer es prepararse, conocer la realidad de lo que pueden encontrar en su vida, y entender que el amor por sí solo no es suficiente, éste debe estar acompañado por la comprensión de esta situación de vida que es una parte intrínseca a la adopción.

Es este mi compromiso con mi familia, porque después de todo lo vivido realmente no puedo pensarlo ni verlo de ninguna otra manera, la adopción es una mejor oportunidad de vida para todos los involucrados, claro debe haber sus excepciones en casos aislados, aún así quiero trabajar para que cada vez existan menos de esas excepciones, y muchas mas adopciones sanas : )


Mónica Castañeda Urrutia

lunes, 26 de mayo de 2014

Promoviendo los buenos tratos : )


Me da mucho gusto presentarles aquí el trabajo de una persona comprometida con la infancia, mi felicitación a Gaudí por su libro:






Gaudencio Rodríguez Juárez es hijo, esposo, papá, psicólogo, psicoterapeuta y diplomado en Género y Derechos Humanos.

Más de 15 años atendiendo a sobrevivientes del maltrato infantil y privados de cuidados parentales, promoviendo el buen trato y facilitando la adquisición de habilidades parentales.

A través de la promoción de los buenos tratos y la resiliencia promueve la construcción de vínculos humanos más humanos, que son los que contribuyen a la conformación de una sociedad más segura y solidaria.


Nombre de la obra

Cero golpes. 100 Ideas para la erradicación del maltrato infantil
Editorial Producciones Educación Aplicada
Año 2014


Abstracto

Existen muchas formas de dañar a los niños. Unas son más intensas que otras, pero todas ameritan igual atención porque el daño se anida en el cuerpo y en la mente del niño, provocando consecuencias negativas no sólo a corto plazo sino también en su personalidad adulta…”

Esta obra contiene métodos realmente pedagógicos, positivos, humanos, bien tratantes y no violentos para salvar a las nuevas generaciones del flagelo del maltrato.

  1. Expone la dimensión, gravedad, causas y consecuencias del golpe, así como los mitos y creencias que lo sostienen.
  2. Ofrece alternativas para prescindir de este tipo de castigo mediante prácticas de buen trato.
  3. Proporciona medidas de prevención, protección y cuidado infantil.

Consta de tres apartados. El primero expone la dimensión, gravedad, causas y consecuencias del castigo corporal, así como los mitos y creencias que lo sostienen; el segundo ofrece alternativas para prescindir de este tipo de castigo; y el tercero, medidas de prevención, protección y cuidado infantil.

El llamado es a nunca pegar, de ninguna manera, bajo ninguna circunstancia.


Mail: gaudirj@hotmail.com
Facebook: https://www.facebook.com/GaudencioRJ





jueves, 22 de mayo de 2014

Se cree.....


En mi opinión, lo que mayoría cree no necesariamente es una realidad; aun así existen todavía afirmaciones alrededor del mundo que aunque equivocadas, han tenido y tienen un gran poder en lo que se supone: “debe ser” o “como deben ser” entorno la vida. El origen de esto comienza cuando la vida era muy diferente de ahora, cuando no existía casi nada, cuando no existía el progreso y no había tantos estudios e investigaciones científicas, que han mostrado de una manera irrefutable lo que en realidad es, lo que realmente sucede. Estas creencias, han hecho y siguen haciendo mucho daño, son ideas arraigadas que han causado dolor, y que en mi opinión insisten en estancar al ser humano, generación tras generación...
Hablando de adopción desafortunadamente hay mucho de eso. Una de las creencias más importantes si no es que la más significativa, es cuando un hombre y una mujer conciben a un hijo o hija, (sobre todo la madre) por el hecho de dar vida, se cree que saben amar, criar, cuidar, apoyar, mantener, guiar y tener la disposición de acompañar en la vida a esa/ese bebe al cual trajeron al mundo. Sin embargo, pensándolo bien esta creencia se muestra un poco flexible cuando se da el caso en que la pareja en cuestión tuvo la capacidad de dar vida, más no con eso tiene la capacidad económica para costear el bienestar de ese nuevo ser, incluso de la familia entera, me parece que este aspecto se puede entender y asimilar mucho mejor.
Pocas cosas están tan lejos de la realidad, sabemos que desde siempre ha existido y existe el abandono, el maltrato, la violencia sea psicológica o física, es algo que simplemente no se puede negar; por eso existen casas hogar para albergar a niños y niñas, que tuvieron que ser separados en la mayoría de los casos, de sus perjudiciales familias. En la adopción encontramos historias que son consecuencia directa de esta realidad, muchas veces he escuchado personas decir…: son historias “muy fuertes” y si, muchas veces así es, son historias de hombres y mujeres que en el momento de convertirse en padres y madres, no tuvieron, ni contaron con la capacidad psicología, emocional y económica para ser papá o mamá, para ser padres de familia, para hacer “lo que se debe hacer” “lo que se esperaba de ellos y ellas”. Se puede pensar en muchas razones que dichos padres biológicos pudieron tener, que no les permitió adoptar su nuevo rol; tal vez porque ellos y ellas venían de familias con muchos problemas, por mencionar algunos: alcoholismo, drogadicción, dinámicas familiares nocivas, abuso, maltrato, etc. puedo agregar que en muchos casos he visto que esa es una capacidad que tristemente nunca logran adquirir.
Saber que en muchos casos, las cosas no salen “bien” o no salen como “deberían” ser, no quiere decir que eso está destinado a ser así generación tras generación, no necesariamente quiere decir que -así es la vida y no tienen remedio, ¡claro que no!
El mal manejo de esas situaciones difíciles, en mi opinión son las que dieron origen a los secretos familiares, las presiones y los problemas que acaban generando más contrariedades y por supuesto dolor.
Todas las familias sin excepción tienen problemas, todas las familias viven momentos difíciles, lo que hace la diferencia es cómo atendemos específicamente cada situación, que puede ser desde hacer como si nada malo, estuviera pasando, ocultarlo, pensar que pronto va a cambiar (así por arte de magia) y que todo va a estar bien cuando en realidad, todo está cada día peor...,hasta pensar que la vida es así de dolorosa y no hay nada que hacer...; tomar esa difícil situación que se presenta, aprender a manejarla de una mucho mejor manera, tal vez entender que es una señal de que las cosas como se vienen haciendo no están funcionando, pues no hacen felices a todos los miembros de la familia, encontrar alguna solución para que las cosas empiecen a darse mejor, convertir ese problema familiar en solo una etapa y no en una situación que defina a las familias.
Los padres y madres biológicos solo son seres humanos, y en el caso de la adopción suelen ser personas que por muchas y muy diversas razones no estaban preparados para recibir a ese bebe, y no con eso se acaba el mundo, de hecho puede ser el principio de una vida mucho mejor.


Mónica Castañeda U.


martes, 22 de abril de 2014

Mi progenitora y Mi mamá


Final

Compartir los detalles que viví con mi mamá, y que me llenaron de confusión, es una manera de emplear experiencias difíciles al dar ejemplos claros, de cómo constantemente recibía mensajes confusos, reacciones totalmente incomprensibles, que sucedían en momentos en los que mi mamá se molestaba conmigo. Por supuesto que hubo tantos otros detalles que ella tuvo hacia conmigo a lo largo de nuestras vidas, en realidad fueron lo más que me llenaron de amor y atención.

Las actitudes incomprensibles y dolorosas no las puedo cambiar, tampoco puedo negar que eso ensombreció nuestra relación. Aun así después de tanto reflexionar, con todo y pesar, pude comprenderlas. Prefiero y decido enfocarme en todo lo bueno que vivimos día a día; mentiría si dijera que esa situación fue lo único que vivimos ella y yo ¡claro que no!

Me hace mejor recordar los buenos momentos a su lado, puesto que en realidad así fue; definitivamente todo lo “no tan bueno” y lo bueno que día a día vivimos ella y yo, es mucho de lo que me hizo ser la mujer que soy ahora.


Mónica Castañeda Urrutia

sábado, 22 de marzo de 2014

Mi Progenitora y Mi Mamá


Parte III
Mi mamá, no la puedo llamar de ninguna otra manera pues ella y yo estuvimos juntas cada día.....
Con el tiempo he pensado que esa situación debió ser difícil para mis papás, de hecho estoy segura de que fue muy incómoda para mi mamá y lo digo porque el tiempo que pasábamos por allá, la sentía molesta, su cara reflejaba enojo, su mirada era de desaprobación. Si pudiera describir lo que ella transmitía cada vez que nos encontrábamos, mi progenitora, ella, y yo en el mismo cuarto, su cara era de desprecio hacia mi progenitora, incluso se alejaba de mí; en realidad ella la detestaba, desaprobaba su vida, sus decisiones, su personalidad y su carácter, no estoy muy segura porque se sentía de esa forma; a decir verdad tengo una o dos muy buenas ideas, solo que esas las guardo para mí, estoy muy segura de que alguna de esas ideas es la correcta, pero le pertenecen a ella, y no me corresponde expresarlo, ahora sé que definitivamente eso que ella sentía la rebasaba y nunca lo supero, se quedó con eso siempre, por muchos años cada navidad su manera de manejarlo fue el no estar cerca de mí.
Lo que viví con mi mamá, fue por mucho tiempo desconcertante, tenía actitudes que no comprendía, aunque percibía bastante bien, por ejemplo: En las ocasiones en las que yo me portaba mal, ella con cara de fastidio, una cara o un gesto de coraje combinado con repugnancia diría yo, decía:
-¡Eres igual que: (El nombre de mi prima salía de sus labios)!
Yo quedaba confundida, primero porque no sabía porque en el momento en el que me estaba portando mal (como cualquier niño o niña) y era un momento de molestia para ella, además traía a colación a esa prima que no tenía nada que ver con ese instante (según yo), por otra parte su cara, una expresión terrible de desprecio por la actitud que yo estaba teniendo, cabe aclarar que me estaba portando mal, en realidad nada grave, alguna travesura o actitud que ella desaprobaba totalmente.
Otros momentos difíciles para mí era que muy de vez en cuando ella hablaba por teléfono con algún familiar o con alguna de sus amigas que llegaba a visitarnos de esa sobrina que tenía, digamos que cada vez que hablaba de esa prima ponía mucha fuerza en sus comentarios negativos hacia ella, incluso llego el día en que dijo: -¡Pues por fin se va a casar esa mujer, espero que ya enderece su vida!
Recuerdo que fuimos a su boda.....Así es, yo fui a la boda de mi progenitora, para mí no fue nada especial realmente, solo recuerdo la mirada de prima nerviosa hacia mí como siempre lo fue. Ese día no me puso tanta atención gracias a Dios. En fin solo escuchaba de mi mamá comentarios negativos acerca de mi prima entonces no entendía como ella me relacionaba constantemente con esa prima, la prima a la que yo me parecía físicamente tanto, la prima que tenía una actitud tan confusa hacia mí....... mi mamá me relacionaba constantemente con esa prima a la que detestaba sobre todo en los momentos en que se molestaba conmigo…

Mónica Castañeda U.


sábado, 22 de febrero de 2014

Mi progenitora y Mi mamá


Parte II
En realidad mi progenitora siempre estuvo dentro de mi propia familia, ella vivía en otra ciudad, había que viajar cerca de ocho horas en coche para llegar donde ella, la veía una vez por año, pues siempre íbamos a pasar las fiestas navideñas con ellos, todos en familia.
Cuando yo llegaba a esa casa, la primer cara que veía era la de ella, es impresionante el parecido físico que tengo con ella, debo decir que eso me hacía sentir bien, yo pensaba: ¡vaya al menos me parezco a alguien de la familia! sin embargo, no me gustaba nada verla, pues su mirada me hacía sentir incómoda, siempre me veía con mucha, pero mucha ansiedad, siempre nerviosa, sus ojos enrojecían, me daba cuenta que se ponía mal al verme. Yo solo era una niña y por supuesto eso no me gustaba, siempre lo interprete como: “es la prima que está loca”, “la prima rara”, la prima enfadosa, la prima que siempre me invita a pasear, me ofrece dulces y postres, la que siempre se acerca para preguntarme cosas que no comprendía; la percibía tan agobiada, como a punto a llorar y gritar al mismo tiempo....... Sin embargo dentro de mí la extrañaba tanto, dentro de mi sentía como me faltó su cariño y sus cuidados, sus brazos.......su amor.
Recuerdo en alguna ocasión cuando emprendimos ese viaje como un diciembre cualquiera; mi papá conducía:
-¿Papá te puedo pedir un favor?
- Si
-Cuando lleguemos a casa de los tíos, si viene mi prima a invitarme a pasear, por favor dile que no me dejas ir.
-Pero, ¿por qué?, es tu prima y te quiere mucho
- No me gusta estar con ella, me parece que está algo loca
- Solo la ves una vez al año, no pasa nada si sales un día o dos a pasear con ella, solo te quiere consentir.
Mi mamá, sentada justo al lado de él, no emitía palabra alguna.
Entonces, no me quedaba más que no insistir, la verdad era que no tenía más argumentos para convencerlo, al menos ninguno que pudiera expresar a esa edad. Y sucedía lo que cada año, llegábamos, ella iba por mí con su inevitable mirada de angustia, no me quedaba otra que pasar una tarde o dos de intranquilidad a su lado.
En una de esas ocasiones, cuando ya era un poco más grande, no sé, tal vez unos diez años algo así, estando en su casa, ella me dijo que quería mostrarme algo, me llevo a su habitación y me mostró una biblia, la abrió y había un papel con mi nombre en un escrito, con lágrimas en los ojos lo leyó.... decía que le pedía a Dios que yo siempre estuviera bien, llorando me dijo que ella siempre pensaba en mí, que siempre pedía a Dios para que yo estuviera bien, recuerdo que sentí unas tremendas ganas de salir huyendo de ese lugar; no me quedo duda de que aquella mujer estaba completamente loca. La verdad no me gustaba verla, no me gustaba escucharla, no me gustaba estar cerca de ella. En ese momento, y a esa edad, solo consiguió asustarme y confundirme más.
Así pasaba mis vacaciones decembrinas, cuando llegue a la adolescencia ya ponía limites a mi prima, podía negarme de vez en cuando a salir con ella, ya no dejaba que se acercara tanto a mí, aunque me empezaba a intrigar por qué ella era de esa manera conmigo, porque nadie más se ponía mal conmigo, solo ella. Para ese entonces mi prima comenzaba a hacerle comentarios a mi mamá, comentarios quizá triviales pero que hacían más confusos mis pensamientos hacia ella: Tía pero que bien se ve Mónica, se viste muy bien, está muy bonita, está creciendo muy bien, a mí me parecían comentarios totalmente fuera de lugar, y por lo que podía ver a mi mamá aún más, su expresión desencajada lo decía todo. Recuerdo pensar, como esa mujer se comportaba de una manera tan obsesiva en torno a mí, ¡total a ella que le importa cómo me visto! Para ese entonces ella ya tenía 4 hijos varones, el más grande era cinco años menor que yo, y otros tres con los que me llevaba muy bien, al fin y al cabo crecí pensando que ellos eran mis primos.
Los tíos que en realidad eran mis abuelos biológicos, siempre nos recibían cálidamente, el abuelo un hombre de pocas palabras, fue militar prácticamente toda su vida, incluso llego a ser general me trataba siempre muy bien, a mí me parecía muy extraño que ese señor tuviera tantas atenciones conmigo, de hecho tenía las mismas atenciones que para sus nietos. Pensaba, -¿porque este señor me trata como a sus nietos?, si compraba juguetes compraba uno para mí también, y les decía a sus nietos que como yo era la única mujer, yo podía escoger el que yo quisiera. Cada navidad me preguntaba que de que tenía ganas y el me lo regalaba, yo decía, ese tío realmente es muy buena persona.
Mónica Castañeda U.




miércoles, 22 de enero de 2014

Mi progenitora y mi mamá


Tal vez se pregunten por que escribo “Mi progenitora y mi mamá”, lo hago de esa manera, pues ese fue el orden en que las conocí.
Como antes ya lo he compartido en el blog, fue triste y difícil vivir tanto tiempo sin hablar con sinceridad acerca de mi llegada a la familia; esta vivencia personal es lo que me impulsa a trabajar en pro de la adopción, sin embargo lo que más me motiva a continuar es el gran amor, cariño, y apoyo, que recibí de mi papás, día con día.
Ahora soy una mujer adulta, que fue adoptada al nacer y debo decir, que hasta el momento no he publicado nada acerca de mi mamá, he hablado de mi progenitora, más no de mi mamá, pues es un tema que merece todo mi respeto y amor, tuve que enfrentar situaciones confusas mientras crecía y muchas de esas situaciones se dieron con ella.
Me alentó dar este paso, el saber que hay mamás y futuras madres por medio de la adopción que leen lo que escribo, espero que mi historia, que fue difícil de superar para mí, aporte algo a estas familias y les motive a reflexionar en sus más profundos pensamientos, pues estos se expresan por medio de sus actitudes, gestos y/o expresiones y hasta tonos de voz, reflexionar sobre sus miedos, el manejo de la verdad y su manera de coexistir con la familia que formaron o formaran por medio de la adopción.


Parte 1
Mi progenitora; he de llamarla de ese modo, puesto que ella fue quien me dio la vida....
Los que han leído mi historia saben que mi adopción fue, por decirlo de alguna manera, algo “familiar”, y brevemente lo vuelvo a exponer.
Ricardo y Blanca, (mis padres) eran ya una pareja madura, la cual no había podido tener hijos biológicos, estoy hablando de los años sesenta. Tiempo más tarde, una de las sobrinas de Blanca queda embarazada siendo aún adolescente, su mamá, es decir mi abuela biológica decidió respetar la vida de esa bebe que venía en camino, además hizo cualquier cosa para que esta situación no saliera a la luz, y no fuera una noticia que cualquiera se enterara, incluido su esposo, quien viajaba mucho por cuestiones de trabajo. Así es como mi abuela biológica resuelve discutir el asunto con su hermana Blanca, que no había podido tener familia; le ofrece a esta criatura en adopción, la respuesta fue un si inmediato. La madre adolescente, confundida e incapaz de tomar alguna decisión por sí misma, viaja con su novio desde ciudad de México a una ciudad del norte del país, donde en ese tiempo vivían mis papás, dio a luz a una bebe sana y hermosa (¡Perdonaran la vanidad!) o sea a mí, dejándome a cargo con esa pareja, estable, amorosa, y deseosa de tener hijos.
A partir de ese momento ellos decidieron ocultar a todos incluida yo, mi verdadero origen, decidieron nunca hablar con la verdad, el cómo llegue a la familia, estoy segura que tuvieron muy buenas razones o miedos para hacerlo así, también estoy segura que eso impidió que realmente valorara y disfrutara plenamente la vida a su lado, aun así para mí, ellos fueron los mejores padres.

Mónica Castañeda U.